miércoles, 14 de diciembre de 2011

Marcarles el camino desde pequeños.

Hoy le escuché decir a Narda Lepes:
"Haganle de comer a los chicos, así cuando crecen se acuerdan y los van a querer más".

                               Amasando con mi hija.

Y es así... los olores quedan impregnados (nunca mejor dicho) y cuando sos grande los recordás, al igual que los sabores, la experiencia de comer, la inquietud por probar cosas nuevas.
Siempre es mejor que los chicos se críen en una casa donde se cocina, donde se prende el horno, donde se pone la mesa aunque sea sólo por la noche, como ocurre en varios hogares (por lo menos de Buenos Aires donde los chicos almuerzan en el colegio y los padres en el trabajo).
El otro día no recuerdo a quién escuché que decía que en EEUU, pueden llegar a cocinar un par de veces a la semana con suerte, porque el resto de los días piden a domicilio o compran congelado y calientan en el microondas mientras que en Argentina la relación era opuesta: se cocina todos los días y se pide una o dos veces por semana.
Y no hay que perder la costumbre... porque la crianza de nuestros chicos va a ser distinta, la relación de ellos con la comida también, ni hablar si cocinamos juntos, es un buen rato que estamos haciendo algo con ellos y bueno... el resto de los beneficios: cuesta menos dinero, es más sano y, por lo menos, es un rato en el que el resto de la familia se ocupa de lo que haga falta porque:
"Yo no puedo, estoy cocinando!!!!!!!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario